La historia de un pequeño con retinoblastoma Josué Caleb Rodríguez, de apenas cinco años de edad, enfrenta una nueva oportunidad de vida, luego de vencer un tumor canceroso en el ojo izquierdo llamado retinoblastoma, que le fue detectado hace dos … Continued
La historia de un pequeño con retinoblastoma
Josué Caleb Rodríguez, de apenas cinco años de edad, enfrenta una nueva oportunidad de vida, luego de vencer un tumor canceroso en el ojo izquierdo llamado retinoblastoma, que le fue detectado hace dos años y por el cual perdió la vista.
En México 1 de cada 15 mil niños nace con retinoblastoma, enfermedad que se considera hereditaria y puede ser detectada en los primeros meses del nacimiento, y su signo más frecuente es la pupila blanca.
AMANC: ayudando a los pequeños con cáncer
Josué Caleb, quien vive en un poblado cercano a Tehuacán, Puebla, desde hace dos años visita la Ciudad de México cada 15 días o dos meses, acompañado de Rosalía, su mamá de 21 años, y gracias al apoyo de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) y del Instituto Nacional de Pediatría, logró vencer esta enfermedad. Sin embargo, requería de una prótesis ocular que le era difícil adquirir por falta de recursos económicos.
Un grupo de trabajadoras del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (Sutnotimex), encabezado por Conrado García Velasco, logró reunir los fondos necesarios para la adquisición de una prótesis personalizada, elaborada a la medida de su cavidad ocular y con una similitud exacta al ojo real.
Especialistas de la empresa Ojos Artificiales Iglesias fueron los responsables de elaborar la prótesis de Josué, quien este año cursará el primer año de educación primaria, y podrá reincorporarse sin ningún problema y con menor posibilidad de padecer alguna infección o deformación de la cavidad.
“Existen varios tipos de prótesis, acá hacemos prótesis cien por ciento a la medida con todas las características, no sólo cosméticas internas de la cavidad, sino replicando el ojo sano del paciente cuando se trata de casos unilaterales, o recreando el ojo, cuando son los dos”, explicaron. Josué fue sometido a varias pruebas de medida e impresión de cavidad ocular para construir una prótesis de resina con los requisitos específicos para obtener simetría e igualación de colores del iris y conjuntiva de las venas y manchas características del ojo de cada paciente.
Por la falta de recursos económicos, Rosalía -quien con su salario en una maquiladora apoya a su mamá y hermano- compró a su hijo una prótesis en un establecimiento pequeño en 800 pesos, pero le ocasionó una infección por la acumulación de lagaña en la parte cóncava del equipo, misma que está siendo atendida para evitar inflamación.
En ese sentido, destacó la importancia de AMANC como institución de asistencia social que brinda apoyo al menor y a su familia para enfrentar el cáncer y posteriormente, lo ayuda para que pueda readaptarse socialmente. Por ello, hizo un llamado a los mexicanos para apoyar con trabajo o de manera económica a este organismo que atiende a la población vulnerable que viene de lejos en busca de ayuda. Sonriente y mucho ánimo, Josué Canep, a su corta edad, está consciente del cáncer que tuvo que enfrentar, y agradece su nueva prótesis, mientras espera su próximo ingreso a la primaria. Aunque ya venció el cáncer, tendrá que seguir en monitoreo médico hasta que sea mayor de edad y cuando tenga hijos, deberán ser valorados y descartar que tengan el tumor.