Factores de riesgo de cáncer de mama

El cáncer de mama sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer en mujeres en México, esto según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Por lo anterior hoy en Dany Ayudando a Vivir hablaremos de los factores de riesgo del cáncer de mama.

Estos son algunos de los factores del cáncer de mama:

Factores de riesgos de cáncer de mama relacionados con el estilo de vida.

Puedes reducir el riesgo de sufrir cáncer de mama si cambias algunas cosas en tu estilo de vida, como los siguientes.

Consumo de bebidas alcohólicas

El consumo de bebidas alcohólicas está claramente relacionado con un aumento en el riesgo de padecer cáncer de seno.

El riesgo aumenta con la cantidad de alcohol consumido. Aquellas mujeres que toman de dos a tres bebidas al día tienen alrededor de 20% más riesgo comparado con las mujeres que no toman alcohol.

La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda que las mujeres que consumen alcohol no beban más de un trago por día.

Sobrepeso u obesidad

El sobrepeso o la obesidad después de la menopausia aumentan el riesgo de cáncer de seno. Antes de la menopausia, sus ovarios producen la mayor cantidad de estrógeno, y el tejido adiposo produce solamente una pequeña cantidad.

Por otro lado, después de la menopausia (cuando los ovarios dejan de producir estrógeno), la mayor parte del estrógeno de una mujer proviene del tejido adiposo. Un exceso de tejido adiposo después de la menopausia puede elevar los niveles de estrógeno y aumenta su probabilidad de padecer cáncer de seno.

Además, las mujeres que tienen sobrepeso tienden a presentar niveles de insulina en la sangre más elevados. Los niveles de insulina más elevados están relacionados con algunos tipos de cánceres, incluyendo el cáncer de seno.

Sin embargo, la relación entre el peso y el riesgo de cáncer de seno es compleja. Por ejemplo, el riesgo parece ser mayor en las mujeres que aumentan de peso en su vida adulta, pero es posible que no aumente en aquellas mujeres que han tenido exceso de peso desde la infancia. Además, el exceso de grasa en el área de la cintura afecta el riesgo más que la misma cantidad de grasa en las caderas y en los muslos. Los investigadores creen que las células grasas de varias partes del cuerpo tienen diferencias sutiles que pueden explicar esta observación.

Además, el peso podría tener diferentes efectos en distintos tipos de cáncer de seno. Por ejemplo, algunas investigaciones sugieren que el sobrepeso antes de la menopausia puede aumentar el riesgo de cáncer de seno triple negativo.

La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda mantener un peso saludable durante el transcurso de la vida y evitar el aumento excesivo de peso mediante el balance del consumo de alimentos con la actividad física.

Inactividad física

La evidencia que vincula la actividad física con la reducción en el riesgo de cáncer de seno, especialmente en las mujeres que han pasado por la menopausia, está aumentando. La pregunta principal es determinar cuánta actividad es necesaria. Algunos estudios han encontrado que incluso solo un par de horas a la semana podría ser beneficioso, aunque más actividad parece ser mejor.

No está claro cómo exactamente la actividad física podría reducir el riesgo de cáncer de seno, pero puede deberse a sus efectos sobre el peso corporal, la inflamación, las hormonas y el balance energético.

La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda que los adultos dediquen al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada o 75 minutos de intensidad vigorosa por semana (o una combinación de ambas), preferiblemente repartidos durante la semana.

Mujeres que no han tenido hijos

Las mujeres que no han tenido hijos o aquellas que tuvieron su primer hijo después de los 30 años tienen en general un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Los embarazos múltiples y quedar embarazada a una edad temprana reducen el riesgo del cáncer de seno. Aun así, el efecto del embarazo parece ser diferente para los distintos tipos de cáncer de seno. Para cierto tipo de cáncer de seno conocido como triple negativo, el embarazo parece aumentar el riesgo.

No dar de lactar a sus bebés

Algunos estudios sugieren que la lactancia podría disminuir ligeramente el riesgo de cáncer de seno, especialmente si se prolonga por 1½ a 2 años. Pero esto ha sido algo muy difícil de estudiar, especialmente en lugares como los Estados Unidos, donde la lactancia por un periodo tan prolongado como éste no es común.

La explicación para este posible efecto puede ser que la lactancia reduce el número total de ciclos menstruales en la vida de una mujer (al igual que comenzar los periodos menstruales a una edad mayor o experimentar la menopausia temprano).

Control de la natalidad

Algunos métodos de control de la natalidad utilizan hormonas, lo que podría aumentar el riesgo de cáncer de seno.

Píldoras anticonceptivas: la mayoría de los estudios han descubierto que las mujeres que usan anticonceptivos orales tienen un riesgo ligeramente mayor de tener cáncer de seno que aquellas mujeres que nunca los han usado. Una vez que se suspenden las pastillas, este riesgo parece regresar a la normalidad con el paso del tiempo. Las mujeres que dejaron de usar los anticonceptivos orales hace más de 10 años no parecen tener aumento del riesgo de padecer cáncer de seno.

Inyección anticonceptiva: la Depo-Provera es una forma inyectable de progesterona que se administra una vez cada tres meses para la regulación de la natalidad. Algunos estudios han descubierto que las mujeres que actualmente utilizan inyecciones para el control de la natalidad parecen tener un mayor riesgo de cáncer de seno, aunque tal parece que no hay un mayor riesgo 5 años después de dejar de recibir las inyecciones.

Implantes, dispositivos intrauterinos, parches cutáneos, anillos vaginales para el control de la natalidad: estos métodos de control de la natalidad también utilizan hormonas, lo que en teoría podrían impulsar el crecimiento del cáncer de seno. Algunos estudios han demostrado un vínculo entre el uso de dispositivos intrauterinos que liberan hormonas y el riesgo de cáncer de seno, pero pocos estudios han evaluado el uso del implante, parches cutáneos y los anillos vaginales con el riesgo de cáncer de seno.

Al considerar el uso de anticonceptivos hormonales, las mujeres deben consultar con sus médicos sobre sus otros factores de riesgo para el cáncer de seno.

Terapia hormonal después de la menopausia

La terapia hormonal con estrógeno (a menudo combinada con progesterona) ha sido usada por muchos años para ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia y para ayudar a prevenir la osteoporosis (adelgazamiento de los huesos). Este tratamiento es conocido con distintos nombres como terapia hormonal postmenopáusica (PHT, por sus siglas en inglés), terapia de restitución hormonal (HRT) y terapia hormonal menopáusica (MHT).

(www.cancer.org; consultada el 10 de octubre del 2017 a las 16:00).

Factores de riesgo del cáncer de seno que usted no puede cambiar

Un factor de riesgo es todo aquello que afecta la probabilidad de que usted padezca una enfermedad, como el cáncer de seno. No obstante, aun cuando se tenga uno, o hasta muchos factores de riesgo, no necesariamente se padecerá la enfermedad.

Algunos factores de riesgo para el cáncer de seno no se pueden cambiar, tales como el ser mujer, el envejecimiento y el tener ciertos cambios genéticos. Estos factores aumentan el riesgo de padecer cáncer de seno.

Ser mujer

El simple hecho de ser mujer es el principal riesgo de padecer cáncer de seno. Los hombres también pueden padecer cáncer de seno, pero esta enfermedad es aproximadamente 100 veces más común en las mujeres que en los hombres.

Envejecimiento

A medida que envejece, su riesgo de padecer cáncer de seno se incrementa. La mayoría de los cánceres de seno ocurren en mujeres de 55 años y mayores.

Antecedente familiar de cáncer de seno

Es importante señalar que la mayoría de las mujeres (alrededor de 8 de cada 10) que padece cáncer de seno no tiene antecedentes familiares de esta enfermedad. Sin embargo, las mujeres que tienen parientes consanguíneos cercanos que padecen cáncer de seno tienen un mayor riesgo:

  • El que un familiar de primer grado (madre, hermana o hija) padezca cáncer de seno casi duplica el riesgo de una mujer. El riesgo aumenta aproximadamente tres veces, si dos familiares de primer grado padecen la enfermedad.
  • Las mujeres con un hermano o padre que haya tenido cáncer de seno también tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de seno.

En general, menos del 15% de las mujeres con cáncer de seno tiene un familiar con esta enfermedad.

Antecedente personal de cáncer de seno

Una mujer con cáncer en un seno tiene un mayor riesgo de padecer un nuevo cáncer en el otro seno o en otra parte del mismo seno. (Esto es diferente a la recurrencia o regreso del primer cáncer). Aunque este riesgo en general es bajo, el mismo es aún mayor para las mujeres más jóvenes con cáncer de seno.

Su raza y origen étnico

En general, las mujeres de raza blanca tienen ligeramente mayores probabilidades de padecer cáncer de seno que las mujeres de raza negra. Sin embargo, entre las mujeres menores de 45 años de edad, el cáncer de seno es más común en las mujeres de raza negra. Las mujeres de raza negra también tienen más probabilidades de fallecer de cáncer de seno a cualquier edad. Las mujeres asiáticas, hispanas e indio estadounidenses tienen un menor riesgo de padecer y morir de cáncer de seno.

Tejido mamario denso

Los senos están formados por tejido adiposo, tejido fibroso y tejido glandular. Se dice que una mujer tiene senos densos (en un mamograma) cuando tiene más tejido glandular y fibroso y menos tejido adiposo. Las mujeres cuyos senos se muestran densos en los mamogramas tienen un riesgo de padecer cáncer de seno de aproximadamente 1.5 a 2 veces mayor que las mujeres con una densidad promedio en sus senos. Desafortunadamente, el tejido mamario denso también puede hacer más difícil identificar cánceres en los mamogramas.

Un determinado número de factores puede afectar la densidad de los senos, tales como la edad, la condición menopáusica, el uso de ciertos medicamentos (incluyendo terapia hormonal en la menopausia), el embarazo y la genética.

Para obtener más información, lea nuestra información sobre densidad mamaria y los mamogramas.

Algunas afecciones benignas del seno

Las mujeres diagnosticadas con ciertas afecciones benignas (no cancerosas) de los senos pueden presentar un mayor riesgo de padecer cáncer de seno. Algunas de estas afecciones están más asociadas al riesgo de cáncer de seno que otras. Los doctores a menudo dividen las afecciones benignas del seno en tres grupos, según cómo afecten este riesgo.

Carcinoma lobulillar in situ (LCIS)

En el LCIS, las células con aspecto de células cancerosas crecen en los lobulillos de las glándulas productoras de leche del seno, pero no atraviesan la pared de los lobulillos. Al LCIS también se le llama neoplasia lobulillar. Algunas veces, el LCIS y el carcinoma ductal in situ (DCIS) son catalogados juntos como cánceres no invasivos de seno. Sin embargo, a diferencia del DCIS, el LCIS no parece convertirse en cáncer invasivo si no se trata.

Las mujeres con LCIS tienen un riesgo mucho mayor de padecer cáncer en cualquiera de los senos.

Comienzo de la menstruación (periodos) a una edad temprana

Las mujeres que hayan tenido más ciclos menstruales debido a que comenzaron la menstruación a una edad temprana (especialmente antes de los 12 años) presentan un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Este aumento en el riesgo podría deberse a una exposición más prolongada a las hormonas estrógeno y progesterona durante la vida.

Menopausia después de los 55 años de edad

Las mujeres que han tenido más ciclos menstruales debido a que experimentaron tarde la menopausia (después de los 55 años) tienen un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Este aumento en el riesgo podría deberse a una exposición más prolongada a las hormonas estrógeno y progesterona durante la vida.

Tratamiento con radiación al pecho

Las mujeres que fueron tratadas con radioterapia en el tórax para otro tipo de cáncer (como la enfermedad de Hodgkin o el linfoma no Hodgkin) cuando eran más jóvenes tienen un riesgo significativamente mayor de padecer cáncer de seno. Esto varía con la edad de la paciente al momento de recibir la radiación. El riesgo es el mayor si usted recibió la radiación mientras era adolescente o adulta joven, cuando los senos aún estaban en desarrollo. La radioterapia después de los 40 años no parece aumentar el riesgo de padecer cáncer de seno.

Exposición al dietilestilbestrol (DES)

Entre los años 1940 a 1970, a algunas mujeres embarazadas se le administró un medicamento parecido al estrógeno llamado dietilestilbestrol (DES), ya que se pensaba que éste disminuía las probabilidades de perder el bebé (aborto espontáneo). Estas mujeres tienen un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Las mujeres cuyas madres tomaron dietilestilbestrol durante el embarazo también pueden tener un riesgo ligeramente mayor de cáncer de seno. (www.cancer.org; consultada el 10 de octubre del 2017 a las 16:00)

Ahora conoces los factores de riesgo que puedes cambiar en tu estilo de vida, no lo pienses más y hazlo.

Signos del cáncer de mama

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El cáncer de mama es un enemigo silencioso.

En la mayoría de los casos el cáncer de seno no presenta signos o síntomas.

La mayoría de las mujeres acude al médico cuando nota cambios en sus senos, sin embargo este cáncer no siempre resulta ser la causa de dichos cambios.

Es por ello que hoy en Dany Ayudando a Vivir te hablaremos de algunos signos que pueden ser señal de cáncer de mama.

Signos:

  • Hinchazón de parte o de todo el seno (aunque no se sienta una protuberancia definida)
  • Irritación o hendiduras en la piel
  • Dolor en el seno o en el pezón
  • Retracción (contracción) de los pezones
  • Enrojecimiento, descamación o engrosamiento de la piel del seno o del pezón
  • Secreción del pezón que no sea leche materna

Algunas veces un cáncer de seno se puede propagar a los ganglios linfáticos de las axilas o alrededor de la clavícula y causar una protuberancia o inflamación ahí, aun antes de que el tumor original en el tejido del seno sea lo suficientemente grande como para poderlo palpar. Un médico debe examinar también los ganglios linfáticos inflamados.

Aunque cualquiera de estos síntomas puede ser causado por otras afecciones distintas al cáncer de seno, si usted los presenta, debe notificar a su médico para que él o ella encuentre la causa.

Debido a que los mamogramas no encuentran cada cáncer de seno, es importante que esté al pendiente de los cambios en sus senos y conocer los signos y síntomas de este cáncer.

Para poder conocer si existen cambios en sus senos es muy importante autoexplorarte.

A continuación te dejamos una infografía sobre cómo autoexplorarte por si tienes dudas:

Esperamos que la información te sea de utilidad, si es así no dudes en compartir con tus amigas (y amigos) este contenido.

Recuerda que el cáncer no respeta edad, genero ni color de piel.

Autoexplorate ¡Hazlo por ti!

¿Qué es el cáncer de mama?

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Octubre es el mes en el que conmemoramos la lucha contra el cáncer de mama, por ello, hoy en Dany ayudando a vivir te hablaremos de qué es el cáncer de mama.

¿Qué es el cáncer de mama?

El cáncer de seno (o de mama) se origina cuando las células en el seno comienzan a crecer en forma descontrolada. Estas células normalmente forman un tumor que a menudo se puede observar en una radiografía o se puede palpar como una protuberancia (masa o bulto). El tumor es maligno (es decir cáncer) si las células pueden crecer invadiendo los tejidos circundantes (metástasis) a áreas distantes del cuerpo.

Los tumores en el seno ocurren casi exclusivamente en las mujeres, pero los hombres también lo pueden padecer.

La mayoría de los cánceres de seno comienza en los conductos que llevan la leche hacia el pezón (cánceres ductales). Algunos cánceres se originan en las glándulas que producen leche (cánceres lobulillares).

Es importante entender que la mayoría de las protuberancias de los senos no son cancerosas, sino benignas. Los tumores benignos de los senos son crecimientos anormales, pero no se propagan fuera de los senos y no ponen la vida en peligro. Sin embargo, algunas protuberancias benignas en los senos pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama en una mujer. Cualquier masa o cambio en el seno debe ser examinado por un médico para saber si es benigno o no, y si podría afectar su riesgo futuro de padecer cáncer.

El cáncer de mama siempre se origina por una anomalía genética (un “error” en el material genético), solo entre el 5-10% de los casos son producto de una anomalía heredada de la madre o el padre.

Existen pasos que toda persona puede seguir para mantener su cuerpo lo más sano posible, como seguir una dieta balanceada, mantener un peso saludable, no fumar, limitar el consumo de alcohol y ejercitarse de forma regular. Sin embargo seguir estos pasos no elimina el riesgo.

Estadios del cáncer de mama

Como todo cáncer tiene sus fases, etapas o estadios, mientras más temprano sea atacado más posibilidades existen de un recuperación más rápida. Acontinuación te presentamos una tabla en la que puedes encontrar los estadios de este cáncer:

Cuídate, revisa tus senos y si notas alguna anormalidad consulta a tu médico.